ANÁLISIS
DEL PRIMER TEXTO DE COLÓN
Desde
el inicio de la carta, es decir desde el “Porque” Colón marca el sentido con
que dirige sus palabras a los reyes, lo hace para conmover, llamar la atención
del receptor del mensaje. Este recurso es conocido con el nombre de exordio:
EL Exordio[1]
tiene por objetivo captar la atención del auditorio sobre
el tema a tratar, y de obtener su buena voluntad y benevolencia. Esta introducción
permite al orador justificar por qué está haciendo uso de la palabra, mostrando
que el interés del público se une al suyo propio, en relación a los tópicos y a
los enfoques que van a ser desarrollados. Es aquí, es en esta parte, que quien
habla debe desplegar sus mejores cualidades, para asegurar una buena acogida a
sus argumentaciones y a sus eslabonamientos de la presentación, y mostrando
modestia, prudencia, autoridad, dominio de la temática.
Dicho
recurso está compuesto por un, gran saludo que funciona a forma de alabanza,
mediante la cual Colón, no solo se dirige con respeto y cortesía hacia los
reyes, sino que además busca agasajar a los mismos por el hecho de haberle
permitido realizar su viaje (cabe destacar que el Almirante ya había intentado
conseguir su viaje con los reyes de Portugal, quienes lo despreciaron), y
mantener el favor de los mismos ya que durante los primeros tres viajes, Colón
estará completamente en deuda con los mismo y por diversos motivos:
a) Colón
no llega a las Indias donde piensa dar con la civilización del Gran Can.
b) Por
tanto no halla ni especias ni riquezas en su viaje.
c) No
da con tierra firme hasta el tercero de sus viajes.
d) No
logra cristianizar o convertir a las sociedades primitivas.
El
saludo comienza dirigiéndose hacia el carácter religioso de los reyes, cabe
destacar que estos son denominados los Reyes Católicos por sus grandes
contribuciones a la unificación religiosa, de España (en ese momento reinos de
Castilla, Aragón, Navarra, León y Granada recuperados por dichos reyes). Además
de ello lograron unificar políticamente dado que mediante su casamiento, lograron
aunar los reinos de Castilla y Aragón, mientras que el resto los conquistaron
por las armas.
En
segunda instancia el saludo se dirige a su estatus político, “reyes”,
“príncipes”, de las “Españas” y “de la mar” hace referencia a sus conquistas
políticas.
La
narración es el segundo de los pasos que da el
almirante en su carta; en ella va ir enumerando Argumentos que
servirán para demostrar el punto al que hace referencia en la carta, que en
este caso es remarcar lo importantísimo de su misión procurando no perder el
apoyo conseguido.
Dentro
de las argumentaciones que se dan marca la lucha de los reyes en contra de los
moros, tanto en sus guerras en Europa, como la reciente conquista de Granada. Luego
pasa a presentar el tema que es el de su viaje hacia las Indias, para luego
volver sobre otro argumento que es la expulsión de los judíos de los reinos
españoles.
El
hecho de que la presentación del tema quede en medio de las dos argumentaciones
hace resaltar su misión providencialista. El viaje es por convertir a los
idólatras que habitan en los imperios del Can Grande y lograr salvar sus almas.
Existen
ciertos rasgos característicos dentro de la escritura de Colón, uno de ellos es
el uso excesivo de la coordinación “·y”, recurso conocido como polisíndeton. En
el caso del almirante no es un recurso de estilo, sino un mal uso gramatical.
Por otra parte recurre mucho al uso de las oraciones subordinadas y a los
enunciados extensos y con mal uso de los signos de puntuación. Esto se debe en
parte en que la mayor parte de su educación la logro de forma autodidacta,
sobre todo los conocimientos que tiene que ver con los idiomas.
Cabe
señalar que Colón hace referencia a las “mercedes” que le son concedidas por
los reyes, que consisten en el otorgamiento de ciertos títulos de nobleza, como
“Don” y otros de carácter puramente administrativo o político, como los de
Gobernador, Almirante o Virrey. Así resalta y agradece su posición por los
favores concedidos.
Por
otra parte Colón hace coincidir porque de hecho no coinciden, la conquista de
Granada, la expulsión de los judíos y la victoria en la guerra contra los moros
con su designación como Almirante del viaje a las Indias, a modo de resaltar el
acontecimiento e instaurarlo con los grandes sucesos religiosos de su época, a
modo de que la misión de Colón en sus viajes parece de hecho una cruzada en pos
de lograr la salvación de millones de almas. De esta forma el Almirante se
impone como un elegido de Dios en búsqueda conservar la fe; de hecho su nombre
significa: Colón [seguidor de Cristo], mientras que Colón significa= poblador
de mundos. A través de este rol queda convertido nuestro viajero en un mesías
de la religión cristiana, dado que se aventura hacia lo desconocido, hacia la
mar Océana llenas de mitos y leyendas en pos de salvar las almas corrompidas.
La
peroración, consiste en un breve resumen o síntesis que
se realiza en el discurso. En este caso consiste en una breve reseña acerca del
embarco y la partida de las carabelas. La descripción es de carácter hiperbólico
otorgada por las repeticiones de los cuantificadores “muy” y “mucho”. Sobre el
final de la carta, narra que llevará un diario de viaje, además de intentar
realizar una nueva carta de navegación para poder acceder a aquellos lugares
desconocidos, remarcando lo importante de su viaje.
ANÁLISIS DEL 11 DE OCTUBRE
PRIMERA PARTE, DESDE EL INICIO HASTA LA
TOMA LEGAL DE TIERRAS
El
texto comienza dando datos acerca de la navegación y la geografía de la zona,
para poco a poco empezar a introducir detallados indicios de tierra cercana.
Todos estos indicios van marcando la posibilidad de que el viaje sea posible,
porque tenemos que recordar que no se tenía plena confianza de que el viaje
terminará con éxito. Había muchas leyendas y mitos sobre serpientes marinas
gigantes o dragones marinos, también y a pesar de todo persistía la creencia
pasada de que la tierra era plana. Por tanto existían muchos miedos acerca del
viaje por lo cual todo tipo de señales era vista con la mayor de las alegrías y
servía a modo de señales divinas de que
iban por el camino correcto.
Sumado
a ello debemos resaltar la presencia de la luz que desde lejos logra ver el
Almirante, la luz funciona a modo de símbolo que refiere a la esperanza, a lo
divino y el hecho de que sea justamente el Almirante quien logre verla remarca
su condición de elegido de Dios. Ante este hecho, Colón hace llamar a sus
funcionarios de confianza para que certifiquen aquello que él acaba de ver. Más
no consigue grandes apoyos. Pasado este momento o el Almirante reprende a sus
marino y les pide mayor atención ofreciendo recompensa para aquel que divise
tierra primero, además de las concesiones de los reyes.
Poco
tiempo después logran divisar tierra, según nos narra Las Casa, es la islita de
los Lucayos. Esta isla ya aparece en los textos de Marco Polo, de forma que
podemos hacer referencia a la superposición de fundamentos que guían el
pensamiento de Colón. Por un lado toda la literatura de viajes como por ejemplo
Marco Polo, y las fantásticas civilizaciones descriptas y narradas, llenas de
oro o hechas de oro (como la de Can Grande), donde existan grandes avances en
las ciencias, mucha cantidad de especias, etc. Por otra parte su propio
pensamiento cristiano según el cual estaba destinado a salvar miles de almas
similares a él. Además debemos de adicionar a la Biblia, ya que no faltan citas
y continuas líneas hacia ella, dado el fuerte carácter religioso de la empresa
colombina. Es decir que el nuevo mundo descubierto se va conociendo a través de
esta mirada súper influida por las lecturas y conocimientos pasados.
Además
Las Casas, realiza una prolepsis es decir que nos adelanta un dato el nombre
que los indios daban a la isla: Guanahaní. Es un adelanto porque en el tiempo
que está trazando la narración es imposible que ya hayan entablado diálogo con
los indígenas. De este modo además de mezclarse ideas, lugares y narradores,
comienza a mezclarse el tiempo de la narración.
Llegados
a la tierra lo primero que ven son indígenas “desnudos” lo cual llama sobre
manera su atención ya que él, Colón viene de una cultura donde la ropa es
símbolo de poder, cultura, status, pudor y ellos, los indígenas están desnudos
demostrando su simplicidad, salvajismo, desvergüenza y pobreza. Lo cual además
refiere a la imagen bíblica de Adán y Eva, los primeros habitantes del paraíso
terrenal, volviendo a hacer énfasis en el carácter sagrado de la misión
colombina.
Luego
se pasa a la toma de posesión de las tierras, pero antes debemos de aclarar los
siguientes conceptos:
Descubrir:
Un descubrimiento
es el hallazgo, encuentro o manifestación de lo que estaba oculto y secreto o
era desconocido.
Conquistar:
La Conquista por definición es el proceso de controlar un
sitio o lugar específico por diversos aspectos o motivos, por una persona o
comunidad del cual dependen las conquistas. Pueden ser violentas o pacíficas.
Colonizar:
Desde el ámbito colonialista, colonización es la acción
de dominar un país o territorio (la colonia) por parte de otro (la metrópoli).
El proceso de colonización puede ser de carácter económico, político, militar,
cultural, o presentar otras manifestaciones; así como desarrollarse de forma
violenta o pacífica. La colonización implica la emigración de contingentes de
población de la metrópolis a la colonia.
Dejando en claro estos términos podemos de asegurar que
lo que realiza Colón en América es la conquista pacifica de orden
administrativo, legal ya que llena documentos que en definitiva solamente tiene
valor para la Europa occidental.
El hecho de colocar la bandera da posesión simbólica de
un territorio, es la manifestación de que son la primera civilización en llegar
a dichas tierras, lo cual no es correcto porque de hecho la isla ya está
habitada, pero para los españoles esto no tiene valor. Para cerrar el contrato
aparece la figura del escribano quien también desde el plano simbólico otorga
valor a la apropiación de las tierras, marcando el poder simbólico del europeo
por sobre el indígena y determinara los porque de la futura colonización y
conquista de América.
ANÁLISIS DEL 11 DE OCTUBRE
SEGUNDA PARTE, DESDE EL
ENCUENTRO CON LOS INDÍGENAS HASTA EL FINAL
De Las Casas nos anuncia va a transcribir las palabras
textuales de Colón de forma que el texto toma un carácter más formal dándole más autenticidad a lo que se quiere decir. En este caso se nos van a describir los indígenas por ello es
necesaria una voz con autoridad como la del Almirante que estuvo ahí, que vivió
los hechos.
La descripción se plantea desde un yo hegemónico
(dominante en una relación) que es el yo europeo. En este caso podemos y
debemos volvernos a plantear los ejes de Todorov, para mejor entender la
relación. Si partimos desde un yo que se está en posición de superioridad,
estamos frente al eje axiológico, porque parte de una impresión inicial en la
cual el yo dominante a través de su sistema de valores, realiza un juicio
positivo o negativo acerca del otro.
La primera impresión acerca de los indígenas es la del
“buen salvaje”, es decir un salvaje con predisposición para salir de su estado
de salvajismo, dado que posee las mejores intenciones por estar dotado de una
bondad natural. De hecho con solo verlos unos instantes Colón reconoce la
predisposición de estos para convertirse a la fe cristiana. Si recordamos los
motivos del viaje esto es importantísimo.
Desde el encuentro entre el Almirante con las tierras
americanas, comienza el encuentro de dos mundos y dos culturas, lo que
significará grandes cambios para ambos. El intercambio cultural entre ambas identidades
no cesa hasta hoy en día donde América y España siguen estando en plena
interacción.
Ya en el primer encuentro Colón comienza con dicho
intercambio, regalando pequeñas cosas sin valor lo cual los indígenas reciben
como el mayor de los tesoros dando en cambio gran cantidad de artículos de
valor para el europeo, como hilo o aves extrañas. El intercambio desigual se
instaura desde el inicio mismo de la relación América-Europa. Aquí podemos
observar la mentalidad comerciante de Colón quien ve en ello gran ventaja.
Al retomar la descripción de los nativos vuelve sobre el
hecho del buen salvaje, recordando que la corrupción es social. Colón se vale
tanto de la grafopeya como de la etopeya para darnos a conocer a estos nuevos
hombres. De dicha descripción se desprende que los indígenas son fuertes y
jóvenes, de hermosos cuerpos. No poseen armas ni idolatría, por tanto estamos
en presencia nuevamente del buen salvaje, bello y bueno por naturaleza.
Para finalizar debemos volver sobre la realidad de los
viajes de Colón, que si bien busca expandir las fronteras de la corona española
y de la fe católica, además de ello posee un fin económico, es decir el
encuentro de oro y especias. Así Colón llega a América convencido de estar en
las Indias, en las cercanías de la civilización de Can Grande. Este hecho
marcará dos acontecimientos, por un lado la visión del Almirante acerca e de la
tierra por la que camina, ya que él
hasta el día de su muerte hace coincidir todos sus hallazgos con las tierras
asiáticas. Por otra parte y a la vez unido a ello es que en los textos que
Colón dirige hacia los reyes existen ciertas adaptaciones o ficcionalizaciones.
Sobre el final de la texto vemos como Colón nos hace entender que desde el
primer momento logran comunicarse (por señas), cosa realmente difícil. Esto
responde a la necesidad de Colón de dar a comprobar que no se ha equivocado en
sus predicciones. Del mismo modo estos indios no están civilizados por tanto no
pueden ser los de Can Grande, así que si ellos le dan a entender que son
capturados es porque el imperio de este se encuentra cerca, por tanto tierra
firme esta cerca.
De esta forma Colón logra persuadir al receptor de que su
viaje es un éxito y no un fracaso para poder mantener el apoyo y la confianza
de la corona.
Jueves,
11 de octubre
Navegó
al Oessudoeste. Tuvieron mucha mar y más que en todo el viaje habían tenido.
Vieron pardelas y un junco verde junto a la nao. Vieron los de la carabela
Pinta una caña y un palo y tomaron otro palillo labrado a lo que parecía con
hierro, y un pedazo de caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla.
Los de la carabela Niña también vieron otras señales de tierra y un palillo
cargado de escaramujos. Con estas señales respiraron y alegráronse todos.
Anduvieron en este día, hasta puesto el sol, veintisiete leguas.
Después
del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste; andarían doce millas cada
hora y hasta dos horas después de media noche andarían noventa millas, que son
veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba
delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había
mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana;
puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de
popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese
tierra; pero llamó a Pero Gutiérrez, repostero de estrados del Rey, y díjole
que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y viola; díjole también a
Rodrigo Sánchez de Segovia, que el Rey y la Reina enviaban en el armada por
veedor, el cual no vio nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver.
Después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una
candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser
indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por cierto estar junto a la tierra.
Por lo cual, cuando dijeron la Salve, que la acostumbraban decir y cantar a su
manera todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el Almirante
que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y mirasen bien por la tierra, y
que al que le dijese primero que veía tierra le daría luego un jubón de seda,
sin las otras mercedes que los Reyes habían prometido, que eran diez mil
maravedís de juro a quien primero la viese. A las dos horas después de media
noche pareció la tierra de la cual estarían dos leguas Amañaron todas las
velas, y quedaron con el treo, que es la vela grande sin bonetas, y pusiéronse
a la corda, temporizando hasta el día viernes, que llegaron a una islita de los
Lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahaní. Luego vinieron gente
desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada, y Martín Alonso
Pinzón y Vicente Yáñez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el
Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde,
que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y:
encima de cada letra su corona, una de un cabo de la cruz y otra de otro.
Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas
maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en
tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda el armada, y a Rodrigo
Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante
todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la
Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo
se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escrito. Luego se
ajuntó allí mucha gente de la isla. Esto que se sigue son palabras formales del
Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento de estas
Indias. «Yo -dice él-, porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era
gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con amor que no
por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de
vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que
hubieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después
venían a las barcas de los navíos adonde nos estábamos, nadando, y nos traían
papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos
las trocaban por otras cosas que nos les dábamos, como cuentecillas de vidrio y
cascabeles. En fin, todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena
voluntad. Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos
desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi más de
una harto moza. Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vi de
edad de más de treinta años: muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy
buenas caras: los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballo, y
cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que
traen largos, que jamás cortan. De ellos se pintan de prieto, y ellos son de la
color de los canarios ni negros ni blancos, y de ellos se pintan de blanco, y
de ellos de colorado, y de ellos de lo que hallan, y de ellos se pintan las
caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos, y de ellos sólo el
nariz. Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las
tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro: sus
azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente
de pez, y otras de otras cosas. Ellos todos a una mano Son de buena estatura de
grandeza y buenos gestos, bien hechos. Yo vi algunos que tenían señales de
heridas en sus cuerpos, y les hice señas qué era aquello, y ellos me mostraron
cómo allí venían gente de otras islas que estaban cerca y les querían tomar y
se defendían. Y yo creí y creo que aquí vienen de tierra firme a tomarlos por
cautivos. Ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto
dicen todo lo que les decía, y creo que ligeramente se harían cristianos; que
me pareció que ninguna secta tenían. Yo, placiendo a Nuestro Señor, llevaré de
aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestras Altezas para que aprendan a
hablar. Ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos, en esta isla.»
Todas son palabras del Almirante.
http://escritorioalumnos.educ.ar/datos/recursos/libros/carta_de_colon_a_luis_santangel.pdf
[1]
Las palabras subrayadas en negrita y
cursiva, corresponden a la estructura formal del discurso, la cual cuenta con
el Exordio, la Narración y dentro de esta se encuentran, los Argumentos y por
último la Peroración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario