Cartas de Cristóbal Colón

ANÁLISIS DEL PRIMER TEXTO DE COLÓN
Desde el inicio de la carta, es decir desde el “Porque” Colón marca el sentido con que dirige sus palabras a los reyes, lo hace para conmover, llamar la atención del receptor del mensaje. Este recurso es conocido con el nombre de exordio:
EL Exordio[1] tiene por objetivo captar la atención del auditorio sobre el tema a tratar, y de obtener su buena voluntad y benevolencia. Esta introducción permite al orador justificar por qué está haciendo uso de la palabra, mostrando que el interés del público se une al suyo propio, en relación a los tópicos y a los enfoques que van a ser desarrollados. Es aquí, es en esta parte, que quien habla debe desplegar sus mejores cualidades, para asegurar una buena acogida a sus argumentaciones y a sus eslabonamientos de la presentación, y mostrando modestia, prudencia, autoridad, dominio de la temática.
Dicho recurso está compuesto por un, gran saludo que funciona a forma de alabanza, mediante la cual Colón, no solo se dirige con respeto y cortesía hacia los reyes, sino que además busca agasajar a los mismos por el hecho de haberle permitido realizar su viaje (cabe destacar que el Almirante ya había intentado conseguir su viaje con los reyes de Portugal, quienes lo despreciaron), y mantener el favor de los mismos ya que durante los primeros tres viajes, Colón estará completamente en deuda con los mismo y por diversos motivos:
a)   Colón no llega a las Indias donde piensa dar con la civilización del Gran Can.
b)   Por tanto no halla ni especias ni riquezas en su viaje.
c)   No da con tierra firme hasta el tercero de sus viajes.
d)   No logra cristianizar o convertir a las sociedades primitivas.
El saludo comienza dirigiéndose hacia el carácter religioso de los reyes, cabe destacar que estos son denominados los Reyes Católicos por sus grandes contribuciones a la unificación religiosa, de España (en ese momento reinos de Castilla, Aragón, Navarra, León y Granada recuperados por dichos reyes). Además de ello lograron unificar políticamente dado que mediante su casamiento, lograron aunar los reinos de Castilla y Aragón, mientras que el resto los conquistaron por las armas.
En segunda instancia el saludo se dirige a su estatus político, “reyes”, “príncipes”, de las “Españas” y “de la mar” hace referencia a sus conquistas políticas.
La narración es el segundo de los pasos que da el almirante en su carta; en ella va ir enumerando Argumentos que servirán para demostrar el punto al que hace referencia en la carta, que en este caso es remarcar lo importantísimo de su misión procurando no perder el apoyo conseguido.
Dentro de las argumentaciones que se dan marca la lucha de los reyes en contra de los moros, tanto en sus guerras en Europa, como la reciente conquista de Granada. Luego pasa a presentar el tema que es el de su viaje hacia las Indias, para luego volver sobre otro argumento que es la expulsión de los judíos de los reinos españoles.
El hecho de que la presentación del tema quede en medio de las dos argumentaciones hace resaltar su misión providencialista. El viaje es por convertir a los idólatras que habitan en los imperios del Can Grande y lograr salvar sus almas.
Existen ciertos rasgos característicos dentro de la escritura de Colón, uno de ellos es el uso excesivo de la coordinación “·y”, recurso conocido como polisíndeton. En el caso del almirante no es un recurso de estilo, sino un mal uso gramatical. Por otra parte recurre mucho al uso de las oraciones subordinadas y a los enunciados extensos y con mal uso de los signos de puntuación. Esto se debe en parte en que la mayor parte de su educación la logro de forma autodidacta, sobre todo los conocimientos que tiene que ver con los idiomas.
Cabe señalar que Colón hace referencia a las “mercedes” que le son concedidas por los reyes, que consisten en el otorgamiento de ciertos títulos de nobleza, como “Don” y otros de carácter puramente administrativo o político, como los de Gobernador, Almirante o Virrey. Así resalta y agradece su posición por los favores concedidos.
Por otra parte Colón hace coincidir porque de hecho no coinciden, la conquista de Granada, la expulsión de los judíos y la victoria en la guerra contra los moros con su designación como Almirante del viaje a las Indias, a modo de resaltar el acontecimiento e instaurarlo con los grandes sucesos religiosos de su época, a modo de que la misión de Colón en sus viajes parece de hecho una cruzada en pos de lograr la salvación de millones de almas. De esta forma el Almirante se impone como un elegido de Dios en búsqueda conservar la fe; de hecho su nombre significa: Colón [seguidor de Cristo], mientras que Colón significa= poblador de mundos. A través de este rol queda convertido nuestro viajero en un mesías de la religión cristiana, dado que se aventura hacia lo desconocido, hacia la mar Océana llenas de mitos y leyendas en pos de salvar las almas corrompidas.
La peroración, consiste en un breve resumen o síntesis que se realiza en el discurso. En este caso consiste en una breve reseña acerca del embarco y la partida de las carabelas. La descripción es de carácter hiperbólico otorgada por las repeticiones de los cuantificadores “muy” y “mucho”. Sobre el final de la carta, narra que llevará un diario de viaje, además de intentar realizar una nueva carta de navegación para poder acceder a aquellos lugares desconocidos, remarcando lo importante de su viaje.

ANÁLISIS DEL 11 DE OCTUBRE
PRIMERA PARTE, DESDE EL INICIO HASTA LA TOMA LEGAL DE TIERRAS
El texto comienza dando datos acerca de la navegación y la geografía de la zona, para poco a poco empezar a introducir detallados indicios de tierra cercana. Todos estos indicios van marcando la posibilidad de que el viaje sea posible, porque tenemos que recordar que no se tenía plena confianza de que el viaje terminará con éxito. Había muchas leyendas y mitos sobre serpientes marinas gigantes o dragones marinos, también y a pesar de todo persistía la creencia pasada de que la tierra era plana. Por tanto existían muchos miedos acerca del viaje por lo cual todo tipo de señales era vista con la mayor de las alegrías y servía  a modo de señales divinas de que iban por el camino correcto.
Sumado a ello debemos resaltar la presencia de la luz que desde lejos logra ver el Almirante, la luz funciona a modo de símbolo que refiere a la esperanza, a lo divino y el hecho de que sea justamente el Almirante quien logre verla remarca su condición de elegido de Dios. Ante este hecho, Colón hace llamar a sus funcionarios de confianza para que certifiquen aquello que él acaba de ver. Más no consigue grandes apoyos. Pasado este momento o el Almirante reprende a sus marino y les pide mayor atención ofreciendo recompensa para aquel que divise tierra primero, además de las concesiones de los reyes.
Poco tiempo después logran divisar tierra, según nos narra Las Casa, es la islita de los Lucayos. Esta isla ya aparece en los textos de Marco Polo, de forma que podemos hacer referencia a la superposición de fundamentos que guían el pensamiento de Colón. Por un lado toda la literatura de viajes como por ejemplo Marco Polo, y las fantásticas civilizaciones descriptas y narradas, llenas de oro o hechas de oro (como la de Can Grande), donde existan grandes avances en las ciencias, mucha cantidad de especias, etc. Por otra parte su propio pensamiento cristiano según el cual estaba destinado a salvar miles de almas similares a él. Además debemos de adicionar a la Biblia, ya que no faltan citas y continuas líneas hacia ella, dado el fuerte carácter religioso de la empresa colombina. Es decir que el nuevo mundo descubierto se va conociendo a través de esta mirada súper influida por las lecturas y conocimientos pasados.
Además Las Casas, realiza una prolepsis es decir que nos adelanta un dato el nombre que los indios daban a la isla: Guanahaní. Es un adelanto porque en el tiempo que está trazando la narración es imposible que ya hayan entablado diálogo con los indígenas. De este modo además de mezclarse ideas, lugares y narradores, comienza a mezclarse el tiempo de la narración.
Llegados a la tierra lo primero que ven son indígenas “desnudos” lo cual llama sobre manera su atención ya que él, Colón viene de una cultura donde la ropa es símbolo de poder, cultura, status, pudor y ellos, los indígenas están desnudos demostrando su simplicidad, salvajismo, desvergüenza y pobreza. Lo cual además refiere a la imagen bíblica de Adán y Eva, los primeros habitantes del paraíso terrenal, volviendo a hacer énfasis en el carácter sagrado de la misión colombina.
Luego se pasa a la toma de posesión de las tierras, pero antes debemos de aclarar los siguientes conceptos:

Descubrir:
Un descubrimiento es el hallazgo, encuentro o manifestación de lo que estaba oculto y secreto o era desconocido.
Conquistar:
La Conquista por definición es el proceso de controlar un sitio o lugar específico por diversos aspectos o motivos, por una persona o comunidad del cual dependen las conquistas. Pueden ser violentas o pacíficas.
Colonizar:
Desde el ámbito colonialista, colonización es la acción de dominar un país o territorio (la colonia) por parte de otro (la metrópoli). El proceso de colonización puede ser de carácter económico, político, militar, cultural, o presentar otras manifestaciones; así como desarrollarse de forma violenta o pacífica. La colonización implica la emigración de contingentes de población de la metrópolis a la colonia.
Dejando en claro estos términos podemos de asegurar que lo que realiza Colón en América es la conquista pacifica de orden administrativo, legal ya que llena documentos que en definitiva solamente tiene valor para la Europa occidental.
El hecho de colocar la bandera da posesión simbólica de un territorio, es la manifestación de que son la primera civilización en llegar a dichas tierras, lo cual no es correcto porque de hecho la isla ya está habitada, pero para los españoles esto no tiene valor. Para cerrar el contrato aparece la figura del escribano quien también desde el plano simbólico otorga valor a la apropiación de las tierras, marcando el poder simbólico del europeo por sobre el indígena y determinara los porque de la futura colonización y conquista de América.

ANÁLISIS DEL 11 DE OCTUBRE
SEGUNDA PARTE, DESDE EL ENCUENTRO CON LOS INDÍGENAS HASTA EL FINAL
De Las Casas nos anuncia va a transcribir las palabras textuales de Colón de forma que el texto toma un carácter más formal dándole más autenticidad a lo que se quiere decir. En este caso se nos van  a describir los indígenas por ello es necesaria una voz con autoridad como la del Almirante que estuvo ahí, que vivió los hechos.
La descripción se plantea desde un yo hegemónico (dominante en una relación) que es el yo europeo. En este caso podemos y debemos volvernos a plantear los ejes de Todorov, para mejor entender la relación. Si partimos desde un yo que se está en posición de superioridad, estamos frente al eje axiológico, porque parte de una impresión inicial en la cual el yo dominante a través de su sistema de valores, realiza un juicio positivo o negativo acerca del otro.
La primera impresión acerca de los indígenas es la del “buen salvaje”, es decir un salvaje con predisposición para salir de su estado de salvajismo, dado que posee las mejores intenciones por estar dotado de una bondad natural. De hecho con solo verlos unos instantes Colón reconoce la predisposición de estos para convertirse a la fe cristiana. Si recordamos los motivos del viaje esto es importantísimo.
Desde el encuentro entre el Almirante con las tierras americanas, comienza el encuentro de dos mundos y dos culturas, lo que significará grandes cambios para ambos. El intercambio cultural entre ambas identidades no cesa hasta hoy en día donde América y España siguen estando en plena interacción.
Ya en el primer encuentro Colón comienza con dicho intercambio, regalando pequeñas cosas sin valor lo cual los indígenas reciben como el mayor de los tesoros dando en cambio gran cantidad de artículos de valor para el europeo, como hilo o aves extrañas. El intercambio desigual se instaura desde el inicio mismo de la relación América-Europa. Aquí podemos observar la mentalidad comerciante de Colón quien ve en ello gran ventaja.
Al retomar la descripción de los nativos vuelve sobre el hecho del buen salvaje, recordando que la corrupción es social. Colón se vale tanto de la grafopeya como de la etopeya para darnos a conocer a estos nuevos hombres. De dicha descripción se desprende que los indígenas son fuertes y jóvenes, de hermosos cuerpos. No poseen armas ni idolatría, por tanto estamos en presencia nuevamente del buen salvaje, bello y bueno por naturaleza.
Para finalizar debemos volver sobre la realidad de los viajes de Colón, que si bien busca expandir las fronteras de la corona española y de la fe católica, además de ello posee un fin económico, es decir el encuentro de oro y especias. Así Colón llega a América convencido de estar en las Indias, en las cercanías de la civilización de Can Grande. Este hecho marcará dos acontecimientos, por un lado la visión del Almirante acerca e de la tierra por la  que camina, ya que él hasta el día de su muerte hace coincidir todos sus hallazgos con las tierras asiáticas. Por otra parte y a la vez unido a ello es que en los textos que Colón dirige hacia los reyes existen ciertas adaptaciones o ficcionalizaciones. Sobre el final de la texto vemos como Colón nos hace entender que desde el primer momento logran comunicarse (por señas), cosa realmente difícil. Esto responde a la necesidad de Colón de dar a comprobar que no se ha equivocado en sus predicciones. Del mismo modo estos indios no están civilizados por tanto no pueden ser los de Can Grande, así que si ellos le dan a entender que son capturados es porque el imperio de este se encuentra cerca, por tanto tierra firme esta cerca.
De esta forma Colón logra persuadir al receptor de que su viaje es un éxito y no un fracaso para poder mantener el apoyo y la confianza de la corona.



Jueves, 11 de octubre
Navegó al Oessudoeste. Tuvieron mucha mar y más que en todo el viaje habían tenido. Vieron pardelas y un junco verde junto a la nao. Vieron los de la carabela Pinta una caña y un palo y tomaron otro palillo labrado a lo que parecía con hierro, y un pedazo de caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla. Los de la carabela Niña también vieron otras señales de tierra y un palillo cargado de escaramujos. Con estas señales respiraron y alegráronse todos. Anduvieron en este día, hasta puesto el sol, veintisiete leguas.
Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste; andarían doce millas cada hora y hasta dos horas después de media noche andarían noventa millas, que son veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pero Gutiérrez, repostero de estrados del Rey, y díjole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y viola; díjole también a Rodrigo Sánchez de Segovia, que el Rey y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vio nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuando dijeron la Salve, que la acostumbraban decir y cantar a su manera todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y mirasen bien por la tierra, y que al que le dijese primero que veía tierra le daría luego un jubón de seda, sin las otras mercedes que los Reyes habían prometido, que eran diez mil maravedís de juro a quien primero la viese. A las dos horas después de media noche pareció la tierra de la cual estarían dos leguas Amañaron todas las velas, y quedaron con el treo, que es la vela grande sin bonetas, y pusiéronse a la corda, temporizando hasta el día viernes, que llegaron a una islita de los Lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahaní. Luego vinieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada, y Martín Alonso Pinzón y Vicente Yáñez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y: encima de cada letra su corona, una de un cabo de la cruz y otra de otro. Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda el armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escrito. Luego se ajuntó allí mucha gente de la isla. Esto que se sigue son palabras formales del Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento de estas Indias. «Yo -dice él-, porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con amor que no por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que hubieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a las barcas de los navíos adonde nos estábamos, nadando, y nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nos les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena voluntad. Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi más de una harto moza. Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vi de edad de más de treinta años: muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras: los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballo, y cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan. De ellos se pintan de prieto, y ellos son de la color de los canarios ni negros ni blancos, y de ellos se pintan de blanco, y de ellos de colorado, y de ellos de lo que hallan, y de ellos se pintan las caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos, y de ellos sólo el nariz. Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro: sus azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pez, y otras de otras cosas. Ellos todos a una mano Son de buena estatura de grandeza y buenos gestos, bien hechos. Yo vi algunos que tenían señales de heridas en sus cuerpos, y les hice señas qué era aquello, y ellos me mostraron cómo allí venían gente de otras islas que estaban cerca y les querían tomar y se defendían. Y yo creí y creo que aquí vienen de tierra firme a tomarlos por cautivos. Ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía, y creo que ligeramente se harían cristianos; que me pareció que ninguna secta tenían. Yo, placiendo a Nuestro Señor, llevaré de aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestras Altezas para que aprendan a hablar. Ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos, en esta isla.» Todas son palabras del Almirante.



Para ver carta el siguiente link:
http://escritorioalumnos.educ.ar/datos/recursos/libros/carta_de_colon_a_luis_santangel.pdf


[1] Las palabras subrayadas  en negrita y cursiva, corresponden a la estructura formal del discurso, la cual cuenta con el Exordio, la Narración y dentro de esta se encuentran, los Argumentos y por último la Peroración. 

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